Se reúnen en la casa de Cayo Mario Julius una serie de adherentes e invitados, quienes asisten a la fiesta dada por los dueños de casa, en especial para escuchar las propuestas que tiene Cayo Mario Julius para un posible consulado, en ella se departe amigablemente hasta que los invitados se aprestan a escuchar al aspirante a cónsul.
“Amigos, estamos reunidos hoy aquí, en mi casa porque quiero dejaros en claro la amistad, la cual me habéis jurado hace muchísimo tiempo, hoy como amigo de años, quiero volver a pediros un nuevo favor, que es el apoyo a mi campaña, que se que sin el apoyo vuestro no se podrá llevar a cabo, y para eso os he reunido hoy; para que entre todos podamos decir adelante a nuestra candidatura que no representa mas allá que el fervor que siente la plebe por la mejora de sus condiciones de vida. Pero se que es poco posible que llegue al consulado sin influencias políticas, y es por eso que os he citado aquí para exponeros mis principales propuestas que como las de mi facción son de vital importancia para que lleguemos al poder y así tener la posibilidad de llevar a Roma a limites jamás imaginados de grandeza y esplendor, pero para eso necesitaremos llevar a cabo amplias reformas, y una de ellas debe ser la perfección de nuestro ejercito, de lo contrario no podremos seguir ampliando la grandeza de nuestro ejercito y corremos el riesgo de perder una de las mas grandes batallas de los que tenemos conocimiento, como lo es Numancia.
Estimados, es ahora el momento que tenemos que darle al pueblo un empuje, pero ese empuje que no busca mas que la grandeza de Roma no puede ser posible si nuestro pueblo sigue sufriendo hambre, y para eso debemos buscar la solución al problema de la especulación que nos azota inmisericordemente, y eso debemos solucionarlo desde donde viene el problema, ósea, desde África, terminemos ya con las parcelas ager publicus, parcelas para nuestros ciudadanos y no para especuladores cuyos sombríos objetivos desconocemos y quienes no se subordinan mas que a la lealtad del dinero y no a Roma misma.
Pues bien, dicho todo esto, también debemos asegurarles a ustedes, los pequeños y medianos dueños de propiedades quienes sufren en carne propia las penurias de esta crisis, los medios adecuados para que vuelvan a tener lo que la cobardía, la especulación y la infamia os han quitado. Un reparto equitativo de tierras os asegurara que sean los verdaderos trabajadores de Roma quienes se hagan con la producción y no los terratenientes de países lejanos quienes por hechos acaecidos en años atrás tengan los mismos privilegios que nosotros.
Señores, creo que he sido lo mas claro posible, ahora depende de ustedes el asignarle un valor especial a nuestra candidatura, de ustedes depende el futuro y legado de Roma".
Muchas gracias y disfrutad de la velada.
Fiesta privada 10 sctr.