¡Senadores! Una vez más, la corrupción, la pasividad, la relajación y la dejación de esta cámara y de sus componentes, ha hecho que Roma caiga una vez más, en la oscuridad y el abandono. El pueblo de Roma exige cambios y cambios importantes. Los Optimates han demostrado que no pueden cumplir ninguna de esas condiciones. Y el Senado se ha visto incapacitado para resolverlo. ¡El pueblo pide cambios, y vosotros se los estáis negando!
El pueblo de Roma, ha expresado su deseo y quiere una figura que tenga el poder absoluto para cambiar esta situación. Así pues, tras los últimos incidentes y tras haberme reunido con los jefes de cada una de las tribus de Roma, el pueblo me ha pedido expresamente, que asume el poder absoluto para reformar esta penosa situación. Además, las legiones desplazadas en Liguria y los legados de las legiones desplazadas en la guerra con Numancia me apoyan.
Se que la ley expresa que para nombrar un Dicttador, al menos uno de los cónsules, con la aprobación de este Senado tiene la unica potestad para hacerlo. Pero puesto con los cónsules nos demuestran su incapacidad y paserio, y que este Senado también, me veo en la obligación de romper el orden tradicional para llevar a cabo este cambio profundo en Roma.
¡Así pues, senadores, yo, QUINTO AULO CÉSAR me proclamo en nombre del pueblo romano y de sus legiones, DICTADOR ROMANO por un período de 6 meses, más la tiempo necesario para el cambio que debemos aspirar.!
¡ROMA NUNCA MÁS VOVLERÁ A CAER EN DESGRACIA!
En nombre del presidente del Senado, se levanta la sesión. Más adelante, se harán públicas las nuevas medidas reformistas para Roma.